La cadena hotelera ha comprado un antiguo hostal en la isla de Menorca y tiene previsto adquirir otros. Ibiza, Mallorca y las Islas Canarias son algunos de los lugares donde la empresa quiere invertir, que son también algunos de los emplazamientos más rentables para Mélia.
La decisión de alojar a los trabajadores se tomó en un momento en el que se teme que la crisis inmobiliaria en España pueda provocar una escasez de mano de obra en el sector turístico del país.
El consejero delegado del grupo se dio cuenta de que "pagar bien a los empleados" ya no era suficiente para "retener el talento", según cita El País. Por ello, la empresa quiere garantizar alojamiento a su plantilla, que no puede permitirse alojarse en zonas extremadamente turísticas, donde la demanda acaba inflando los precios.









