Además, también se ha ampliado hasta el mismo año la limitación a los grupos turísticos, tanto en el número máximo de personas que pueden formar parte de estos grupos, como en el número de grupos que pueden coincidir en un mismo local.

La prohibición de promover, organizar o realizar rondas de bares por las calles de Ciutat Vella está vigente desde 2012 y hasta ahora se renovaba anualmente. Este año expiraba en octubre y con este paso adelante, la prohibición de los "bar crawls" se amplía a cuatro años.

El decreto prevé multas de hasta 900 euros para los responsables, los guías de los grupos, las empresas promotoras y los establecimientos que participen en las rutas y que incumplan estas medidas. "No descartamos una modificación de la normativa en el futuro para aumentar las sanciones y su aspecto disuasorio", ha dicho Albert Batlle, teniente de alcalde de Prevención y Seguridad del Ayuntamiento de Barcelona y concejal de Ciutat Vella.