Los 19 sospechosos se encuentran en prisión preventiva y están acusados de inmigración irregular, asesinato, agresión y tortura.

El 24 de agosto, una embarcación improvisada fue rescatada frente a Gran Canaria, en el océano Atlántico, con 248 supervivientes a bordo, según informó la policía española.

En un principio, se creía que había unas 300 personas a bordo, dijeron las autoridades españolas, que añadieron que sospechaban, basándose en los relatos de los supervivientes, que los desaparecidos habían sido arrojados por la borda durante los 11 días de travesía.

Los supervivientes dijeron a los investigadores que varios de los detenidos actuaron como capitanes y "atacaron a decenas de personas, golpeándolas y maltratándolas de diversas formas", según un comunicado de la policía. "En algunos casos, arrojaron a migrantes vivos por la borda y se negaron a ayudar a los que cayeron accidentalmente al agua", añade el comunicado.

Según las autoridades, al menos 50 personas fueron arrojadas por la borda durante el viaje.

La policía dijo que algunos de los asesinatos estaban relacionados con la superstición, acusando a las víctimas de "brujería" y de ser responsables de averías del motor, escasez de alimentos o tormentas.

Según la acusación, otros fueron asesinados por oponerse a las duras condiciones a bordo.

Un hombre que estaba gravemente enfermo durante el rescate murió posteriormente en un hospital de las Islas Canarias.

España es uno de los tres principales puntos de entrada de inmigrantes en Europa, junto con Italia y Grecia.

Las autoridades calculan que miles de personas han muerto en los últimos años intentando cruzar el Atlántico hacia las Islas Canarias, frente a la costa occidental del continente africano. En 2024 se registraron 47.000 llegadas irregulares al archipiélago español, cifra que aumentó por segundo año consecutivo, ya que los controles más estrictos en el Mediterráneo llevaron a los migrantes a intentar la ruta atlántica.